Evangelio de hoy

San Fidel de Sigmaringa, Mártir

Evangelio según San Juan 6, 1-15
24 de Abril de 2009

Semana II de Pascua
PRIMERA MULTIPLICACION DE LOS PANES.

1. Después de esto, pasó Jesús al otro lado del mar de Galilea, o de Tiberíades.
2. Y le seguía un gran gentío, porque veían los milagros que hacía con los enfermos.
3. Entonces Jesús subió a la montaña y se sentó con sus discípulos.
4. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos.
5. Jesús, pues, levantando los ojos y viendo que venía hacia Él una gran multitud, dijo a Felipe: "¿Dónde compraremos pan para que éstos tengan qué comer?"
6. Decía esto para ponerlo a prueba, pues Él, por su parte, bien sabía lo que iba a hacer.
7. Felipe le respondió: "Doscientos denarios de pan no les bastarían para que cada uno tuviera un poco".
8. Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Pedro, le dijo:
9. "Hay aquí un muchachito que tiene cinco panes de cebada y dos peces. Pero ¿qué es esto para tanta gente?"
10. Mas Jesús dijo: "Haced que los hombres se sienten". Había mucha hierba en aquel lugar. Se acomodaron, pues, los varones, en número como de cinco mil.
11. Tomó, entonces, Jesús los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban recostados, y también del pescado, cuanto querían.
12. Cuando se hubieron hartado dijo a sus discípulos: "Recoged los trozos que sobraron, para que nada se pierda".
13. Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes, que sobraron a los que habían comido.
14. Entonces aquellos hombres, a la vista del milagro que acababa de hacer, dijeron: "Éste es verdaderamente el profeta, el que ha de venir al mundo".
15. Jesús sabiendo, pues, que vendrían a apoderarse de Él para hacerlo rey, se alejó de nuevo a la montaña, Él solo.

COMENTARIO
Hoy podemos ver la falta de fe de parte de los apóstoles, quienes se preocupan porque no tienen nada que dar al pueblo para saciar el hambre. Hasta este punto no creían en todo lo que Jesús podía hacer. Después del milagro dicen: “"Éste es verdaderamente el profeta, el que ha de venir al mundo". Creyeron por el milagro que presenciaron. Pero, mas adelante dirá Jesús: “dichosos los que sin ver han creído”. En ocasiones de nuestra vida hemos pedido milagros y nos decepcionamos al no recibir lo esperado. Nos debe bastar solo el milagro de la multiplicación del pan y el vino en el altar. De cómo Jesús, en manos del sacerdote cumple su promesa de estar con nosotros hasta el fin de los tiempos. Seamos como el muchachito que llevo cinco panes y dos peces, Dios se encargará de multiplicar esos dones para alimentarnos a nosotros y al pueblo necesitado.

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